“¡Qué difícil es escoger un vestido! ¿Me quedará bien? Me
gustaría que fuera único y a precio módico. Querría un zapato cómodo y moderno,
pero de novia. Y los tocados son todos iguales y muy caros.” Éstas y muchas
otras dudas son las que aparecen en la cabeza de una novia durante los meses
previos a su boda.
Todos conocemos la importancia de personalizar el vestido,
peinado y maquillaje de novia según nuestro carácter, estilo y cuerpo,
algo menos sencillo de lo aparente, ya sea por falta de tiempo para buscar
variedad de tiendas, por poca visión de la asesora o de la dependienta, o bien
porque el peluquero y esteticista no dan el servicio a domicilio o no arreglan
en festivos. El caso es que por un motivo u otro, hay momentos en los que se
agradece tener la ayuda de un asesor de imagen personal.
El asesor de imagen personal, se encargará de que todo el
conjunto de imagen esté en concordancia: vestido, peinado, maquillaje,
complementos, personalidad, estación del año, día de la boda, edad de la novia,
lugar, etc.
Para acertar a la perfección con el resultado, es preciso seguir unos
pasos:
1. Una entrevista con la novia para conocer sus gustos,
estilo, costumbres y algo de su personalidad.
2. Después se tomarán unas fotos del rostro y cuerpo para
saber qué peinados, maquillajes, complementos, tocados, tejidos y formas son
los más favorecedores para ella.
3. Seguidamente, se hará el test del color, para complementar
el estudio anterior. Una novia no tiene por qué ir siempre de blanco o crudo,
ya que no sienta bien a todas las mujeres. Hay muchos colores para
complementar, aunque sea con un detalle en el ramo, en los
pendientes, en el tocado u otros complementos.
4. Realizado este estudio previo, llegamos a una parte más
complicada: buscar ese vestido único, ese peinado perfecto y ese
maquillaje ideal. Para eso necesitaremos a dos profesionales más, en
caso de que el asesor de imagen no esté cualificado en todas las áreas. Se
trata del peluquero y maquillador artístico y el personal shopper.
Ambos empezarán su búsqueda. Por un lado, el estilista de maquillaje y peinado
creará unos diseños personalizados basados en el estudio anterior y, por otro,
el personal shopper una búsqueda de tiendas donde poder
encontrar el vestido y los complementos ideales para la novia,
simplificando así las vuestras horas.
5. Por último lugar, cabe remarcar otra opción cada vez más valorada y
utilizada: la colaboración directa de un nuevo diseñador.
Son profesionales que, a pesar de llevar tiempo trabajando en el sector, no
tienen una marca consolidada y, por lo tanto, sus precios son más competentes.
Con su colaboración conseguimos un trabajo estupendo y totalmente
personalizado, ya que siguen de principio a fin las pautas marcadas por los
asesores.
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